Hace unos años en un pueblo costero vivía una joven de quince años muy linda, que sufría una maldición; siempre que alguien se enamoraba de ella, aparecía muerto. Algunos de ellos sufrieron accidentes de tránsito, muerte por enfermedad, ataques cardíacos, todos ocurridos tras haber estado con ella y sin motivos aparentes. 

La gente, tras haber encontrado un patrón en las muertes, encerró a la chica en una cabaña lejos de la ciudad. La pobre chica de tanta culpa enloqueció. 

Al día siguiente, cuando le fueron a dar comida, encontraron la casa vacía con rastros de sangre y sus pisadas en dirección hacia el bosque. 

Desde entonces el bosque es una zona restringida, y los valientes que se han atrevido a entrar no han salido. 

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Carolina Gossweiler, Liceo San Gabriel, Colonia del Sacramento