Los policías entraron en la casa, tal como los vecinos pidieron, pues escucharon sonidos perturbadores.
Al entrar, encontraron a una joven. Se veía moribunda. Tenía la mirada perdida. Al ver a los policías, comenzó a llorar.
Los oficiales, sorprendidos, llevaron a la chica a la estación para interrogarla.
Era una habitación con una mesa y dos sillas, en las que se sentaban un policía y la chica. Había un guardia vigilando la puerta.
- ¿Quién eres?- pregunto el policía-
La chica no respondió.
Después de horas haciéndole preguntas, el guardia se cansó de que ella no respondiera.
- ¡Responde ya mismo!- dijo el guardia apuntándole.
La chica seguía con la mirada clavada en el piso. El guardia disparó.
La joven calló al suelo. Ya no había vuelta atrás…
Dicen que su alma vaga por aquella comisaría buscando venganza y dejando mudos a los presos que la obserban con temor.
149 palabras
Emilia Ruglio
Colegio y Liceo San Gabriel 1er año
Colonia del Sacramento