Eran pasadas la 2 de la mañana, me levante con los llantos de mi hijo, fui a ver lo que le pasaba, pero al acercarme solo repetía lo mismo “mia” apenas tenia 1 año, suponía que quería decir “mira” pero al ser chico no habla bien.
El apuntaba a la pared, no había nada. Estuvo bastante tiempo de esa manera, hablando y apuntando, hasta que dijo una palabra mas. “Tata”, me quede confundida, después de eso. No mas llantos ni palabras, lo acosté en su cuna y se durmió.
Se durmió, me quede parada en frente de el un buen rato. El Tata había muerto 3 meses antes de que el naciera, ni siquiera lo conoció. Solo se que luego de eso sentí un escalofrió y un silencio abrumador.
Palabras: 129
Franco Cuadrado, Liceo de Soca, Doctor Francisco Soca, Canelones