En la ruta 10 camino a José Ignacio, hay una construcción la cual quienes pasan describen como un edificio abandonado cualquiera. Pero casi nadie conoce su verdadera historia.
Fue un hotel poco visitado mientras estuvo en funcionamiento; eran más bien viajeros que precisaban donde pasar la noche quienes iban.
Parece haber sido tranquilo, pero lo extraño estaba en la habitación 22. Esta queda en el sótano y solía ser el cuarto del conserje. 22 es su número actual de hecho, ya que el personal asegura que solía ser 20 antes de la desaparición de sus dueños en el 2000 (motivo por el cual cerró). Misteriosamente el hotel al igual contaba con exactamente 20 suicidios de personas que se hospedaban en sus instalaciones. Y lo más curioso es que cuando se inauguró, el número de aquella aterradora habitación no era el 22, ni el 20, si no el mismísimo número 1.
(150 palabras)
Josefina Constantin, Liceo San Gabriel, Colonia del Sacramento