Cuenta la leyenda que en los conventos e iglesias de la capital uruguaya, estaban conectados por medio de túneles, Uno de estos lugares era el Convento y Liceo de Nuestra Señora de la Misericordia, la cual años atrás, funcionaba exclusivamente como una institución para mujeres. Enfrente se levantaba el Colegio de San Juan Bautista, que era a su vez, un lugar solo para varones. El túnel del lugar había sido clausurado. Pero un día una joven monja del convento decidió ir al lugar a escondidas, en el lugar encontró a un sacerdote, con el cual empezaron a salir a escondidas. La Madre Superiora empezó a sospechar hasta que los descubrieron, a la pobre monja la enceraron en la más diminuta celda y le daban muy poca agua y comida.
Milagros Corbo -Escuela 107 MAldonado