Nos situamos en el año 1966, barrio 25 de agosto, Departamento de Treinta y Tres. Cada noche a eso de las dos de la madrugada comenzaba a escucharse un llanto incesante de un bebé, por el transcurso de aproximadamente una hora. Los vecinos alertados por este suceso trataban de encontrar el niña/o que causaba tal revuelo en la cuadra. Para su sorpresa nadie tenía un recién nacido. Esto les parecía más intrigante aún, por lo que decidieron acudir a las autoridades. La policia como era de esperarse inicio una investigación exhaustiva, llegando así a descubrir a la hija de una vecina, quien había ocultado un embarazo durante nueve meses de sus padres. Para ocultar este echo dio a luz a la criatura y no tuvo mejor idea que quitarle la vida. No solo eso, de una forma inhumana corto aquel recién nacido en pedazos y lo arrojó al pozo séptico de su patio.
Aún se desconoce las razones que llevo a esta mujer a tomar tan cruel decisión...